las encomiendas y el tributo.
La encomienda fue un medio de economía usado en Europa durante la Edad Media, de modo muy similar al feudalismo. En Nueva España se implantó desde 1522 hasta 1720, cuando fue suprimido por decreto real.
Cada conquistador recibía una tierra con habitantes indígenas que le debían obediencia y el español debía evangelizarlos. Los primeros gobernantes de la América española implantaron esta medida para canalizar hacia las finanzas reales los tributos de la Triple Alianza.
Con la caída de Tenochtitlán en 1521, Hernán Cortés asumió el control político y militar de los territorios a los que él denominó "Nueva España" y se nombró Capitán General y Gobernador.
Recordemos que para dar legitimidad a la apropiación de los territorios recién conquistados se determinó, desde un principio, que una quinta parte de todas las riquezas obtenidas por conquistadores y colonizadores en América se entregarían a la corona española.
La corona estableció convenios llamados "capitulaciones" con particulares, para alentar a la conquista de nuevos territorios. Mediante estos documentos se permitía a los conquistadores realizar las expediciones y quedarse con una parte de las riquezas que encontraban, a cambio de entregar la otra parte a la corona.
La crisis de la encomienda creció con el aumento de los jornaleros asalariados en el siglo XVI, al punto de que en 1720 debió cerrarse por fin el negocio de las encomiendas.
Cada conquistador recibía una tierra con habitantes indígenas que le debían obediencia y el español debía evangelizarlos. Los primeros gobernantes de la América española implantaron esta medida para canalizar hacia las finanzas reales los tributos de la Triple Alianza.
Con la caída de Tenochtitlán en 1521, Hernán Cortés asumió el control político y militar de los territorios a los que él denominó "Nueva España" y se nombró Capitán General y Gobernador.
Recordemos que para dar legitimidad a la apropiación de los territorios recién conquistados se determinó, desde un principio, que una quinta parte de todas las riquezas obtenidas por conquistadores y colonizadores en América se entregarían a la corona española.
La corona estableció convenios llamados "capitulaciones" con particulares, para alentar a la conquista de nuevos territorios. Mediante estos documentos se permitía a los conquistadores realizar las expediciones y quedarse con una parte de las riquezas que encontraban, a cambio de entregar la otra parte a la corona.
La crisis de la encomienda creció con el aumento de los jornaleros asalariados en el siglo XVI, al punto de que en 1720 debió cerrarse por fin el negocio de las encomiendas.